BIOGRAFÍA
Ataulfo Casado
Me quedé ciego y dejé de pintar. Pasaron los años, pero una tarde de octubre estaba reflexionando y me pregunté ¿qué podría yo pintar? En ese momento aparecieron un montón de escenas.
El Pintor de los Ojos Vivos
ATA, como le llaman sus amigos, tiene 72 años. Todo le duele. No se queja. Heroicamente vive y pinta. ¿El qué? Fragmentos de su memoria. Recuerdos imborrables que ahora solo puede ‘‘ver’’ en la oscuridad.
Ataulfo era pintor profesional con una prometedora carrera artística hasta que la Retinosis Pigmentaria (una enfermedad degenerativa de la vista) le dejó ciego. Esto hizo imposible dedicarse a su medio de vida y lo que más feliz le hacía: la pintura.
Tras sufrir el duro revés de la enfermedad, hacer que su vista guiara a sus precisas manos para volver a replicar a grandes maestros como Goya, Brueghel o Rubens (fue el copista más joven del museo Del Prado) y atender las decenas de encargos que tenía era sencillamente imposible. En ese momento, asumió que sus manos ciegas no volverían a sostener un pincel y durante 10 años paseó y escuchó Madrid.
Tras 10 años sin tocar un solo pincel sintió la llamada del arte.
»Una tarde de un 12 de octubre estaba reflexionando y me pregunté ¿qué podría yo pintar? En ese momento aparecieron un montón de escenas.»
Ataulfo, invidente, volvió a pintar para hacer felices a los demás.
»Lo importante en esta vida es que las personas siempre quieran hacer el bien a los demás, ayudarles de mil maneras, yo lo hago a través de la pintura.»
Con influencias fauvistas e impresionistas y alejado de la representación figurativa, la abstracción tuvo cabida en su obra. Sus cuadros nos muestran toda una serie de matices de color, superación y de amor por su profesión. El lienzo blanco puro, a sus ojos, es el negro infinito y absoluto. Plasma en lienzo lo que sus ojos no ven pero guarda su alma.
»Cuando pinto siento la misma felicidad que he sentido siempre. Aunque yo no veo los colores, otras personas sí los van a ver.»
No existen nombres concretos para sus cuadros. Vienen a él como una visión, los realiza y los olvida – de ahí que las piezas no tengan nombre propio.
ATA ha realizado exposiciones por toda España y también en el extranjero (Italia y EEUU) tanto antes de su enfermedad como desde que retomó la pintura. Ahora puedes acceder a su obra a través de esta web.